El encuentro fue predicado por una mujer laica, especialista en teología moral, quien los instó a reflexionar sobre la realidad actual de la Iglesia
Como cada año en época estival, los hermanos de la Orden Franciscana de Chile se reunieron durante una semana para reflexionar, meditar y orar sobre distintos temas que hoy conciernen a la Iglesia de Chile. En esta oportunidad, el retiro se llevó a cabo en dos fechas, para dos grupos de frailes, en las dependencias de la Casa San Francisco de Mostazal.
Por primera vez en la historia de la orden y como signo de los tiempos, el retiro fue predicado por una mujer laica. Se trata de la especialista en teología moral y coordinadora del programa Ética y Economía de la Pontificia Universidad Católica, Claudia Leal, cuya figura fue destacada por el provincial de la orden, el hermano Isauro Covili.
“Resaltar la participación de una mujer como predicadora fue un gran acierto que nos permitió escuchar y valorar grandemente su figura. Seguiremos en esa senda, pues tenemos mucho que aprender, acoger y dejarnos ayudar por las mujeres. Los elementos que Claudia nos brindó con sus reflexiones y críticas, nos interpelan a caminar juntos”, afirmó el hermano.
Sobre el tema del retiro, la predicadora explicó que “se pusieron sobre la mesa algunas temáticas relativas a la crisis que estamos viviendo como Iglesia, como la gestión del poder, la necesidad de volver a nuestras fuentes y de poner a Jesucristo en el centro. Como Iglesia y comunidad nosotros tenemos que discernir las maneras concretas en que nos vamos a adherir al diagnóstico del Papa Francisco sobre la situación de la Iglesia chilena y cómo puede ser nuestro aporte particular desde el carisma que cultivamos”.
En ese sentido, Leal expresó que la familia franciscana tiene la capacidad retomar intuiciones de San Francisco para ponerlas a disposición de la comunidad eclesial: “En ese sentido, el carisma franciscano se inserta de manera muy natural y muy robusta en la tradición de la Iglesia, porque si hay algo que le es muy connatural a San Francisco es la vocación y capacidad de abrir muros. Francisco es capaz de ir no sólo fuera de los muros de la ciudad, sino que también, fuera de los muros de la tradición religiosa”, señaló.
Uno de los asistentes, el hermano Lino Miranda de la Fraternidad de Rapel de Navidad, destacó la posibilidad de contar con un espacio para encontrarse con los frailes en pos de hacer “camino juntos en fraternidad y minoridad”. Destacó además la mirada laical de la expositora sobre la “búsqueda de la centralidad de Cristo” que, en sus palabras, muchas veces se ve alejado por el deseo de poder y dominio.
“Escuchar la voz de Dios en los acontecimientos de mi historia, de la historia de los hermanos, la historia donde hago Iglesia en el sociedad, me exige cultivar más el espíritu de oración y devoción, la comunión de vida en fraternidad y el diálogo sencillo y evangélico con las personas donde me encuentro sirviendo hoy, pues en estas dimensiones la voz de Dios me invita a vivir”, concluyó el hermano.