A nuestros hermanos y hermanas Budistas de todo el mundo,
Una flor de loto por la paz en el mundo, bendiciones y arrepentimiento en este Día de Vesak, en que se conmemora el nacimiento, iluminación y muerte de Siddhartha Gautama, el Buda Shakyamuni.
En nombre de los frailes franciscanos de todo el mundo, y de los miembros de la Orden fundada por san Francisco de Asís, reconocemos con profundo respeto las enseñanzas de Buda que inspiran a la humanidad a recordar siempre la importancia de practicar la compasión, la paz y la buena voluntad.
Reconocemos estos y otros muchos valores que los Budistas y los Cristianos comparten frente a un mundo en el que sigue habiendo demasiado dolor y sufrimiento.
En este día, los budistas de todo el mundo hacen ofrendas de flores, velas e incienso, para simbolizar la visión de que todo lo relacionado con la vida está sujeto a la decadencia y a la destrucción. Como franciscanos, mantenemos firme al consejo evangélico de desapego, reconociendo que la libertad se encuentra en aprender a dejar ir las cosas y los valores de este mundo que pasa, y a elegir las cosas que perduran como la fe, la esperanza y la caridad.
De la misma manera, estamos unidos en nuestras aspiraciones comunes de libertad, con todos aquellos que son retenidos contra su voluntad, con aquellos que se encuentran injustamente encarcelados o que sufren tortura. En particular, recordamos con compasión a las víctimas y a los autores de la violencia doméstica e institucional, y a todos nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo que se encuentran involucrados en el mal de la trata de seres humanos y en otras formas de esclavitud y opresión en este siglo XXI.
Con gran respeto, reconocemos que ustedes son nuestros hermanos y hermanas mayores, porque son miembros de una de las religiones más antiguas del mundo y, en agradecimiento, reconocemos las contribuciones ofrecidas por el Budismo desde hace más de 2500 años.
Este Día de Vesak, en que ustedes renuevan su compromiso de vivir noblemente y seguir los preceptos de Buda, y mientras continúan desarrollando sus mentes y practicando la bondad amorosa para con todos, nos unimos a ustedes en la oración para que los Cristianos, los Budistas y todos los pueblos de buena voluntad pueden trabajar juntos en la construcción un mundo de amor, paz y armonía.
Con una profunda reverencia de afecto fraterno, les deseamos paz y todo bien,
Comisión OFM para el Diálogo Ecuménico e Interreligioso
en nombre de la Orden de los Hermanos Menores.
Fuente: www.ofm.org