La resolución del CORE sobre el caso de la Iglesia San Francisco, guardando las proporciones, tiene conceptualmente ese mismo valor arquitectónico, histórico y patrimonial, especialmente para Iquique, que oras Iglesias como la de San Francisco de Castro. Pues bien, el hecho concreto es que la Iglesia San Francisco, que tiene cerca de 120 años de antigüedad, se está derrumbando carcomida por ratas, las cagarrutas de pájaros e insectos xilófagos. Esto, debido a que es enteramente hecho de madera (único caso en todo el norte del país), sólo semejante a la iglesia mayor de Chiloé, considerada monumento nacional. El CORE regional decidió por unanimidad que había que salvar este edificio no por su carácter religioso, sino, primero, por su valor artístico-arquitectónico y segundo, porque se conecta profundamente con la historia de Iquique y del salitre.