El Definitorio General de los Hermanos Menores, obtenida la aprobación de la Santa Sede, ha elegido como nuevo custodio de Tierra Santa a fray Francesco PATTON. Fr. Francesco sucede a fray Pierbattista PIZZABALLA, que ha ocupado el cargo durante los últimos doce años.
Ingreso solemne del Custodio en ejercicio de sus funciones
Tres ceremonias señalan la entrada en funciones del nuevo custodio
• Ingreso solemne en Jerusalén (Lunes 06 de Junio)
El ingreso comienza en la Puerta de Jafa y se hace en dirección al convento de San Salvador, sede de la Curia custodial (Casa madre). El custodio saliente, junto con el guardián del convento de San Salvador y el visitador canónico, recibe a su sucesor.
Después que el visitador ha dado lectura al Decreto de nombramiento, el custodio saliente coloca solemnemente al nuevo custodio el sello de la Custodia, sobre el que está impreso: «Sigillum Guardiani Sacri Conventus Montis Sion».
El custodio presta juramento y, finalmente, todos los frailes le prometen obediencia.
• Ingreso solemne en el Santo Sepulcro (Martes 7 de Junio)
En un segundo momento, desde la iglesia del convento de San Salvador, los frailes se dirigen hacia el Santo Sepulcro para realizar el ingreso solemne y el nuevo custodio es recibido por los superiores de las tres comunidades residentes mayores: griego ortodoxa, franciscana y armenia.
• Ingreso en Belén (Jueves 9 de junio)
Partiendo de Jerusalén se recorre el antiguo Camino de los Patriarcas, con las tradicionales paradas en el convento de Mar Elías -donde empieza el territorio de las tres ciudades cristianas de Belén, Beit Sahur y Beit Yala-, se sigue hasta la tumba de Raquel y se llega a la basílica de la Natividad.
Tras haber sido recibido por el guardián franciscano de la comunidad local, el Custodio entra por la puerta llamada de la humildad, que introduce a la nave de la iglesia justiniana, donde es recibido por los superiores de las comunidades griega ortodoxa, franciscana y armenia. Después, los frailes se dirigen hacia la iglesia de Santa Catalina, parroquia gestionada por los franciscanos.
En Tierra Santa, la presencia de los franciscanos está atestiguada desde el siglo XIII. El custodio de Tierra Santa, en nombre de la Iglesia católica, se encarga del cuidado y custodia de la mayor parte de los santos lugares de la Encarnación de Jerusalén, además de las «piedras vivas» de Tierra Santa, es decir, de la comunidad católica presente en el territorio; es además el interlocutor ante las Iglesias griega ortodoxa, armenia, copta, siríaca y etíope, cuyas relaciones están reguladas por el Statu Quo, un reglamento consuetudinario que codifica las relaciones entre las distintas Iglesias.