
En el interior del Valle de Chalinga, a 12 kilómetros de Salamanca, podemos ubicar el sector llamado Señor de la Tierra, el nombre se debe al hallazgo de un pequeño Cristo que se encontró en ese lugar. Personas de diferentes lugares se sintieron atraídos por su hallazgo y numerosos milagros, se hacían presentes con ofrendas de dinero, bailes, campanas, manteles, candelabros que manifestaban su fe popular. Los bailes chinos han permanecido fieles cada 6 de enero -o el domingo que le sigue-, haciéndose presentes con sus bailes y cantos. Durante ese día de celebran varias Misas y después de la última viene la tradicional procesión, con esta se da por terminada la jornada festiva.