Basándose en el Evangelio de San Lucas donde Jesús siendo manejado adolescente se pierde de sus padres para ir al Templo de Jerusalén, el religioso franciscano Bernardo Muñoz, ofm; reforzó la idea que las familias de hoy debe trabajar en la recuperación de la cercanía, comprensión y agradecimiento entre sus miembros.
“Compartamos la simplicidad de Jesús, reconozcamos que tal como la Sagrada Familia las familias de hoy tienes sus problemas, no los ocultan, pero falta ser agradecidos con el sacrificio que ellos hacen a diario”, por eso, expresó, “comprendan a sus padres, no les exijan más”.
Origen del culto a la Virgen de Andacollo
El culto a la Virgen o “Chinita” de Andacollo, se remonta a la época de la conquista de nuestro país. La historia cuenta que la imagen adorada perteneció a los españoles, que capitaneados por Juan Bohón, fundaron la ciudad de La Serena en 1544. Luego de cinco años establecidos en ese lugar, los españoles fueron atacados por indígenas de Copiapó. Quienes sobrevivieron, huyeron a los cerros de Andacollo, donde escondieron la imagen de la Virgen. Allí permaneció oculta hasta que a fines del siglo XVI fue hallada por un indígena del sector. No existe certeza si la encontró mientras buscaba leña, o bien cuando cavaba en un mineral, tampoco se conoce el nombre del indígena. Lo que si se sabe, es que la llevó a su casa donde comenzó a adorarla junto a su familia. Paulatinamente, el culto se fue extendiendo al resto del poblado, hasta que la autoridad eclesiástica decide levantar una capilla a cargo del padre Juan Gaitán de Mendoza. Aproximadamente cinco años después, los fieles comenzaron a manifestarse a través de los “bailes chinos” como forma de adoración a la Virgen de Andacollo. En el año 1644 se oficializó el culto, otorgando a la capilla el nombre de Nuestra Señora del Rosario.
Fuente: Iglesia.cl