La celebración comenzó a las 19:30 horas, a los sones del coro acompañando la procesión de entrada por el centro de la Iglesia San Francisco de la Alameda. Fieles y celebrantes cantaron animados y expectantes el inicio de este importante rito previo a la ordenación episcopal del nuevo obispo auxiliar de Santiago, el franciscano Jorge Corcha Cayuqueo, que se llevará a cabo el sábado 29 de agosto a las 10:00 horas en la Catedral Metropolitana.
La eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Santiago cardenal Ricardo Ezzati, quien señaló que el nuevo obispo “es un gran regalo del Espíritu y del Papa Francisco para la Iglesia de Santiago”, destacando también el regalo que la Provincia Franciscana hace al dejar partir a uno de sus hermanos al servicio episcopal. «Oremos para que el padre Jorge sea un buen Pastor, de acuerdo al Corazón de Jesús”, sostuvo.
En su homilía, el pastor se refirió al fortalecimiento de la fe, por amor. “Hay que constantemente alimentarse de Jesucristo, en la eucaristía y en la palabra, para renovar nuestra fe y nuestro seguimiento, no por esclavitud sino por amor «, señaló el pastor.
«Amar como Jesucristo, hasta dar la vida por el otro. Cuando uno se somete a otro por amor, ambos viven siempre unidos por el amor que los hace uno solo, libres. En su encíclica, el Papa Francisco nos habla de la cultura de lo desechable, esto es lo contrario al amor de verdad”, añadió.
Luego de las palabras del arzobispo, el padre Jorge Concha hizo profesión de fe y de fidelidad a la Iglesia, acto que se selló con la firma por ambos celebrantes de lo leído y profesado por el futuro obispo auxiliar de Santiago.
Tras ello, el cardenal bendijo las insignias episcopales: anillo, mitra y báculo, y procedió a entregar dos elementos más, el pectoral (crucifijo) y el solideo, elementos característicos de los obispos. Acompañó este momento un gran y cariñoso aplauso por parte de toda la comunidad franciscana.
Al finalizar la ceremonia, el obispo electo manifestó estar “agradecido de Dios, del Papa Francisco, de la Iglesia y de mi familia religiosa, de mi familia franciscana. Agradezco la alegría de los rostros de quienes vivieron a acompañarme hoy”.
Una de las asistentes, Irene Eissler, manifestó: “Es una alegría y en una esperanza para la Iglesia de Santiago la posibilidad de que un obispo franciscano nos regale a todos una nueva forma de vida más fraterna y colaborativa, más hermana. Como familia franciscana, estamos agradecidos de Dios, y todos debemos, como dijo el cardenal, orar por él y su ministerio”.
Fuente: Comunicaciones Santiago
