El 24 de julio, en vísperas de esta fiesta, el arzobispo de Santiago destacó la figura del patrono de la arquidiócesis: «Su martirio es un estímulo y hace brotar el compromiso misionero», afirmó.
Frente a un centenar de feligreses que llegaron hasta la Catedral de Santiago, sostuvo: «Todos nosotros tenemos que permitir que la alegría de la que la alegría de la fe se manifieste en cada comunidad de la Iglesia».
Agregó que «Como iglesia de Santiago, hoy queremos elevar nuestra acción de gracias, porque Jesús es el más grande evangelizador de nuestra ciudad, porque misteriosamente inspira, orienta, acompaña y da fecundidad a nuestra acción evangelizadora y ser un signo eficaz de ternura, de la providencia y de la misericordia del Padre».
Como ha sido tradicional en años anteriores, durante la misa se distinguió con la condecoración «Apóstol Santiago» a un grupo de laicos y religiosos que se han destacado significativamente por su servicio y testimonio evangelizador.
Entre aquellos que recibieron esta condecoración se encontraban tres hermanos y hermanas de nuestra familia franciscana, a saber:
1. Fr. Javier Mac- Mahón, ofm.
2. Hna. Imelda Espinoza, Misionera Catequista de Boroa.
3. Hna. Zulema Ceschi, Instituto Secular Fraternidad Franciscana.
4. Hno. Jose Montecino, Orden Franciscana Seglar
En ausencia del Fr. Javier, su condecoración fue recibida por Fr. Claudio Pumarino, Definidor Provincial.
Durante la premiación, el cardenal Ricardo Ezzati manifestó su alegría por el servicio evangelizador que han prestado y prestan estos hermanos.
«Este reconocimiento que entrega Dios a sus hijos quiere ser un estímulo, y un reconocimiento humilde a los hermanos y hermanas que buscan servir con el estilo de Jesus» destacó.
Fuente: Comunicaciones Santiago
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